El Drakkar, o "barco dragón", era el símbolo de la audacia vikinga. Bautizado por el rey Olaf Tryggvason “Ormen Lange” (Serpiente Larga), este impresionante barco de guerra adornado con un mascarón de proa con cabeza de dragón podía alcanzar tamaños considerables, hasta 48 metros de largo.
Su estructura, protegida por altos bordes y caracterizada por tablones superpuestos, garantizaba ligereza y maniobrabilidad extrema, permitiendo navegar en aguas difíciles gracias a la proa en ambos extremos.